domingo, 15 de fevereiro de 2009

Biografía de Bárbara Maix en Español

Nació el 27 de junio de 1818 en Viena, Austria, hija de José Maix y Rosalia Mauritz. Fuentes históricas nos relatan que José Maix era empleado público. En 1972, él trabajaba como ayudante de cocinero junto al príncipe Luis José Lischetein. 
 
Poco tiempo después, en el año de 1786, empieza a trabajar en el Palacio de Schönbrunn, como empleado de hogar y, luego, como camarero del imperador. Las muertes en la familia de Maix eran frecuentes, así como las enfermedades. 
 
Bárbara, la hija más joven de los nueve hijos del segundo matrimonio, tuvo su infancia y adolescencia marcadas por privaciones que le causaron debilidad física. Seguramente, era muy duro para su padre trabajar en un sitio donde se realizaba muchas fiestas, con mucho lujo, y ver que los hijos se morían, uno después del otro, por no lograr vencer el hambre y las enfermedades. Vivían en la casa de número uno de los empleados, al lado del palacio. En este ambiente de contraste entre el lujo y la abundancia del palacio y la pobreza y el dolor en la familia es que la personalidad de Bárbara fue formándose. De los padres, heredó la fe cristiana, el espíritu de lucha y resistencia, la insistencia por la causa de la vida, el coraje para enfrentar el imperio del lujo y para llamar la atención para las carencias de la familia. Es justo el amor sin límites por la vida que le transforman en una mujer fuerte y llena de vigor. Aprende con la experiencia sufrida cada día a no desistir delante de las dificultades, por más grandes que sean.

De pequeña, ya manifestaba un espíritu misionero y profético frente a los desafíos de la realidad: en tiempos de guerra y de la prohibición del Estado de fundar congregaciones religiosas, reúne jóvenes y, con ellas, inicia el Proyecto de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María.

En una situación social de paro, en un tiempo en el que la mayoría de los nacimientos eran de madres solteras, abre una pensión para abrigar empleadas de hogar, dejándolas libres de la prostitución y de otras desigualdades sociales. Perseguida por el contexto político y económico de Viena, siente necesidad de salir del país y planea un viaje a América del Norte. Al embarcar con 21 compañeras, otras circunstancias la hicieron venir a Brasil, aunque no conociera el país ni cultural, tampoco geográficamente. Una de las compañeras de Bárbara cuenta como fue llegar a un lugar desconocido: “Llegamos al Rio de Janeiro, en noviembre (09/11/1848), sin dinero, sin conocer a nadie, sin saber la lengua, con mucho hambre, pero llenas de confianza en Dios y en Nuestra Señora” (Me. Isabel)

En un tiempo en el que la mujer no tenía participación en la sociedad, no accedía al saber y no iba a la escuela, Bárbara se tornó educadora y permitió que chicas, principalmente huérfanas y pobres, estudiaran. Atenta a la realidad, percibe otras necesidades de la época, asumiendo responsabilidad sobre asilos y otros establecimientos sociales. Ya que se vivía un periodo de enfermedades, como cólera y fiebre amarilla, empieza también a actuar el área de la salud, en enfermerías y hospitales. En su sociedad, la esclavitud era común, pero Bárbara no aceptaba que nadie trabajara en régimen de esclavitud junto a ella: todas tenían los mismos derechos y deberes; era una relación de igualdad.

Funda la primera congregación femenina de vida activa en Brasil. Con inteligencia, abre nuevos caminos, vence obstáculos y se muestra fuerte delante de las presiones del autoritarismo de la época. Afirma:
“...no creo que haya autoridad sobre la tierra capaz de obligarme a hacer cosa alguna contra mi conciencia. No somos esclavas, señor Administrador. Somos libres por la misericordia de Dios.”

La vida de Bárbara Maix fue marcada por sufrimientos y dificultades de todas las formas. Murió el 17 de marzo de 1873 y nos dejó como herencia el PERDÓN.
 
Algunas frases de Bárbara Maix

“Digáis muchas veces: Mi Jesús, aquí estoy. Haz de mi lo que quieras. Otra cosa no quiero que no sea cumplir su Santísima Voluntad!” (03/04/1860)

“Dios no permitirá que seamos ilusionadas en nuestra confianza” (junio – 1866)

“Después de horas sombrías, vienen horas alegres.” (14/09/1871)

“La SS. Trinidad inició la obra de fundación y ojalá la complete. Es porque es de Dios y no mía; no importa nada si Él deja que todo sea, en apariencia, destruido, porque, en su omnipotencia, con un sólo orden, lo erguirá todo nuevamente.” (19/02/1872)

Traducción: Prof.: Carla Cardoso Fonseca

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